Chino clásico,
que cubre desde el siglo XI a. C. al VIII d. C., siendo una etapa
cumbre en la lengua y literatura chinas. En un sentido estricto el
término chino clásico se refiere a la lengua china y su literatura desde
el siglo VI a. C. al III d. C., periodo que incluye las vidas y obras
de Confucio, Mencio, Laozi, Hanfeizi, Mozi y Zhuangzi, por mencionar
sólo a seis sagas de filósofos que tuvieron tan gran alcance en el
pensamiento posterior chino. En un sentido más amplio, el término chino
clásico comienza con el Shijing ('El Libro de las Odas') que fue compilado entre los siglos XI y VI a. C. y forma uno de los Sishuwujing 'Los Cuatro Libros y Los Cinco Clásicos'
TIBETANA: El tipo de escritura es silábica.
El alfabeto tibetano proviene de la época del rey Songtsen Gampo,
quien introdujo el budismo en el Tíbet tras haber enviado un grupo de
eruditos a la India para que estudiaran los textos budistas y los
tradujeran a la lengua tibetana. Asimismo, estos eruditos debían
estudiar detalladamente los alfabetos indios. Escogieron el brahmi y, modificándolo, se creó el alfabeto tibetano.
El alfabeto tibetano es silábico y, como el brahmi, tiene la vocal
a inherente a cada sílaba por lo que, al añadir unas tildes a las sílabas, se consigue que la vocal sea otra distinta a la
a. En la escritura, no se dejan espacios entre palabras: simplemente se colocan unas comas (‘) al final de cada sílaba.
Existen dos tipos básicos de escritura: la llamada
u-me y la más común o
u-chen, escritura cabezal, utilizada en documentos, en periódicos, electrónicamente, libros...
Además de no separar las palabras y terminar cada sílaba por un apóstrofo
('), las frases terminan con una barra vertical (|). Se lee de
izquierda a derecha y al escribir, las líneas continúan abajo, como en
occidente; aunque también se puede escribir de izquierda a derecha pero
empezando por abajo de la página. En tibetano se alinean las palabras
por arriba, no por abajo, como en el alfabeto latino.
Cuando se nombran palabras, muchas veces se especifica de dos
maneras: la pronunciación y la transliteración. En el ejemplo del Tashi
Delek que hemos visto arriba, "tashi delek" es la pronunciación,
mientras que la transliteración (o transcripción Wylie) pasa al alfabeto latino la forma exacta en que los tibetanos escriben las palabras, es decir, "bkra shis bde legs".
ÁRABE: El tipo de escritura es alfabética.
La lengua árabe pertenece a la rama semítica meridional de la familia
afroasiática. La literatura árabe comienza en el siglo VI d. C. y se
puede dividir a grandes rasgos en los siguientes períodos:
- Árabe preclásico, en este período ya se registraba una notoria diferenciación dialectal.
- Árabe clásico, basada en la lengua usada para redactar el Corán y las obras posteriores que usaban esa variedad de árabe como modelo.
- Árabe postclásico o estándar moderno.
Durante el período postclásico surgieron variedades de árabe
coloquiales, algunas notoriamente diferentes del árabe clásico y del
árabe estándar moderno, que son usadas como lenguas habladas, en
programas de televisión regionales y otros contextos informales.
CHINA: El tipo de escritura es ideográfica.
Chino arcaico,
del siglo XIV al XI a. C. que es la lengua de las inscripciones
oraculares en huesos y caparazones de tortuga. Las inscripciones más
antiguas proceden de la dinastía Shang (c. 1400-1100 a. C.) y han sido
descubiertas en la antigua capital, Anyang, y en otras partes. Hay unos
2.000 caracteres que han sido identificados, lo que representa una cifra
mucho más grande de palabras, pues hay que tener en cuenta que los
caracteres de la dinastía Shang son polivalentes, dependiendo su valor
del lugar y la función en la pronunciación.
HEBREA: El tipo de escritura es alfabética
La lengua hebrea se escribe de derecha a izquierda con un alfabeto de veintidós letras. Originalmente, denotaban sólo consonantes, pero la
w,
y y la
h también se usan para representar ciertas vocales largas y vocales al final de palabra (
w = /u/;
y = /i/;
h = /a/, /o/ y /e/;
w y
y fueron usadas más tarde para /o/ y /e/, respectivamente) hasta, al menos, el siglo X a. C. y
w y
y en el interior de palabra hasta el siglo IX. Estas
matres lectionis o consonantes auxiliares, escritas para denotar vocales, se emplean también en otras lenguas semíticas, y se denominan niqud.
En los textos procedentes de Qumrán y en escritos tardíos, las letras se usaron con más profusión para representar las vocales.
El sistema completo de representación de vocales, añadiendo puntos a
las consonantes, se desarrolló mucho más tarde, entre el siglo V y
X d. C.
JAPONÉS: El tipo de escritura es ideográfica.
El pueblo
japonés adoptó los ideogramas o caracteres kanji como forma de
escritura. Desde ese momento los japoneses usaron los caracteres
kanji para expresar sus ideas y conceptos. Un ideograma es una unidad
conceptual, que tiene significado por sí mismo, a diferencia de
nuestro alfabeto, que necesita la unión de vocales y consonantes
para expresar un concepto. En un principio como suele ser normal
en la introducción de nuevas culturas, la escritura china se
difundió sólo entre las clases más selectas. El libro más
antiguo que se conserva es el Kojiki («Crónica
de los sucesos antiguos»), una obra histórica y mitológica
fechada en el 712 de nuestra era y es una mezcla de japonés y
chino.
La influencia
no fue sólo de la escritura, sino en el lenguaje mismo. Los
japoneses adoptaron vocabularios chinos y lecturas chinas de los
kanjis, pero les dieron sus propios significados. El idioma
japonés, sin haber desvirtuado en lo más mínimo su autonomía
lingüística, ha sido inmensamente enriquecido conceptualmente
gracias a los caracteres chinos.
Los japoneses
no sólo adoptaron los ideogramas para expresar sus ideas, sino
que inventaron una fonética especial basada en los sonidos
iniciales de los ideogramas chinos para expresar sonidos de su
propia lengua. Usaron los caracteres kanjis para representar las
palabras que ellos pronunciaban, por eso se perdió parte del
significado original de los kanjis. En otros casos se tomaron los
caracteres chinos utilizando sólo su fonética para representar
determinadas sílabas japonesas, ya que como ya se ha dicho el
japonés es una lengua aglutinante y forma sus palabras a partir
de una raíz añadiendo sufijos y afijos. Esto originó la
escritura manyogana y ésta a su vez
evolucionó para convertirse en los sistemas de escritura
japoneses actuales, los «abecedarios» silábicos que se conocen
con el nombre de hiragana y katakana.
LENGUA MAYA: El tipo de escritura es pictográfica.
Muchos
historiadores han estudiado la lengua maya, pero nadie había podido
decir dónde nació este idioma, hasta ahora que el maestro en
antropología Arturo Erosa Barbachano investigó sobre el tema y encontró
los orígenes en Asia Central.
ÍBEROS: El tipo de escritura es greco-ibérico.
El
alfabeto greco-ibérico es una adaptación casi directa de un alfabeto griego jónico a las particularidades de la lengua ibérica y por lo tanto carece de la característica distintiva del resto de escrituras paleohispánicas que presentan signos con valor silábico, para las oclusivas, y signos con valor alfabético, para el resto de consonantes y vocales.
Este alfabeto se escribe de izquierda a derecha y su área de difusión se concentra en las provincias de Alicante y Murcia.